Se ve que, no contenta con haberme dejado medio riñón en aquella chaqueta, seis meses más tardes, fui con mi amiga a Mango y, ¿qué es con lo que nos encontramos?: ¡con una chaqueta vaquera CON TACHUELAS Y PINCHOS!. No me pude arrepentir más de haberme precipitado tanto en haberme comprado la otra...ahora sí que no podía llegar a mi casa con OTRA chaqueta.
Por un cosa y otra que no vienen a cuento, la chaqueta ahora está en manos de mi amiga.
Y, ¿porqué os cuento este rollo? Porque mirad lo que he encontrado y porque serán mías:
Os dejo con otras dos imágenes más: la primera es de otro modelo muy parecido al anterior (aunque podría ser una versión más light) y la segunda es de otra chaqueta, pero esta de cuero en color rojo, aunque con unos motivos muy parecidos a los del primer modelo.
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